Hola a todos, en esta entrada les tengo una nueva historia de terror, espero que les agrade :D, muy pronto habrá una nueva sección los miércoles llamada Te ayudo con.. no lo olvides.
Bueno te dejo con la historia.
Para mi el asesinato no era más que un hobbie, no tenía nada que hacer en toda la tarde, no tenía una casa, no tenía nada que fuera de mi propiedad, sólo la ropa que llevaba puesta, aunque no siquiera puedo decir eso, la robé de una tienda, así que en teoría no es mía.
Todo cambió cuando conocí a aquel hombre, me había estado siguiendo desde hace meses, sabía por dónde caminaba, que comía, que cosas hacía a diario, incluso sabía y llevaba la cuenta de las personas que he matado, ¿qué clase de enfermo hace eso?, una cosa era que yo matara, pero nunca me había detenido a contar el número de víctimas que había generado. En fin, conocerlo fue una aventura perturbadora, deserte amarrado a una cama en un sótano, no tenía ninguna herida, ni siquiera un golpe, incluso lucía y olía a limpio. me sorprendí demasiado, quién habría hecho esto, de haber sido una carcel no habrían sido tan gentiles, ni mucho menos estaría en una cama.
Se presento como David, ahí fue cuando me explicó que había estado tras de mi, en el primer momento no supe que pensar, para que me querría ahí, sería una especie de justiciero, ¿habría yo matado a alguno de sus familiares?, lo peor no sería morir, sería morir sin saber si yo maté a esa persona con la misma pasión y locura con la que este hombre lo haría.
No ocurrió nada de lo que imaginaba, ni siquiera menciono algo sobre una de mis víctimas, simplemente sabía que yo era un psicópata que asesinaba cuando sentía la necesidad de hacerlo, no me importaba el género o la edad. Durante dos días comí como rey, me bañaba y disfrutaba de una habitación cálida, aunque fuera un encierro estar en una cama se sentía tan bien.
Cuando conocí la verdad, el motivo por el cuál este hombre me había traído a su casa (al menos yo pensaba que esta era su casa), este hombre quería que yo asesinara a varias personas, al menos una cada tercer día, me había cuidado durante estos días con el fin de que yo pudiera recobrar las fuerzas necesarias para hacer el trabajo, al instante pensé que se trataba de una broma, hasta que me llevó a una habitación totalmente blanca. Me dio a elegir entre morir de hambre en la habitación en la que me tenía o entrar a esa sala matar a la persona y seguir viviendo como rey.
No tenía muchas opciones, el tipo estaba resguardado por al menos 6 hombres armados hasta los dientes, y siendo honesto no tenía problemas matando a las personas que fueran, simplemente quería que esto se quedara entre nosotros dos. Como si fuera un negocio nos dimos un apretón de manos, ambos depositamos nuestra confianza, aunque el no necesitaba hacerlo, podía matarme en cualquier momento.
Antes de entrar a la sala tenía que vestir una bata de clínica, totalmente blanca, y me cubría todo el cuerpo menos la cara, me soltaron de las cadenas que me habían mantenido atado hasta este momento, dentro de la habitación había diversas armas, de todo tipo, pistolas, cuhillos, piedras, lazos, martillos, todo con lo que pudiera hacerle pasar un infierno a hombre que pusieran conmigo, revisé las armas y mira alrededor de la habitación a unos 2 metros de altura había una ventana un cristal por el cuál podía ver a mi anfitrión, pronto el cristal se oscureció era obvio que el quería ver todo sin que yo me molestara por mirar a la ventana.
Mi primer víctima fue un hombre, no muy grande quizá de unos 28 años, el pobre gimoteaba cuando lo aventaron dentro de la habitación, tenia las manos y los pies atados, los ojos cubiertos, David encendió un cronometro 10 minutos, tenía que terminar con la vida de este hombre en 10 minutos, no importaba la forma en la que lo hiciera, pero tenían que ser exactos, empecé con mi trabajo, pobre hombre, el terror que le hice pasar: golpes con los puños, cabezazos, patadas, pronto tome alguna de las armas que tenía y seguí moliéndolo a golpes me encantaba ver la sangre empapar mi vestimenta, recorrer aquella habitación, era tan relajante, y seguro que a David le encantaba quizá hasta el punto de la excitación, como si viera su deporte favorito por la televisión o estuviera el mismo viéndolo desde el mejor ángulo, acabé con la vida de aquél joven, fui recompensado por mis servicios al volver a mi habitación había una radio.
Así pasaron los días matando gente, haciéndolas sufrir de maneras tan peculiares, tan atroces, fue asqueroso hasta para mí, inclusive el pobre tipo al que le llene la boca de gasolina y le prendí fuego, salí inmediatamente las llamas eran abrazadoras. Mi habitación se llenaba de cosas, consolas, televisiones, Internet, computadoras, gozaba del gimnasio de la casa, mis actos fueron tan descabellados que los guardias no se atrevían a mirarme a los ojos.
Me estaba divirtiendo como nunca, la bestia dentro de mi era feliz, una noche en especial, la habitación cambio, esta lucía oscura y era iluminada con luz ultravioleta, el morbo fue peor, la sangre se amarraba en las paredes y brillaba, era un espectáculo ver como las paredes se llenaban de esa luz, de esos gritos y voces aullando por piedad.
Era la mascota de este tipo y yo no le veía nada malo.
Las depravaciones que hice me hicieron tan feliz, me sentía libre al ver tanta sangre, las armas mi imanación era libe, incluso me sentía un artista del asesinato.
Un año después me preparaba para mi juguete del día David se presentó conmigo me mencionó que la policía se había enterado de todo lo que hacíamos en este lugar, uno de sus guardias o de la servidumbre habían abierto la boca, a todos los tenía amordazados esperando en la sala, él se unía a la matanza de hoy, los policías llegarían y tardarían al menos diez minutos en poder entrar a la sala, serían testigos de la matanza teníamos que dejar que nuestros monstruos salieran a relucir, maravillarlos con un festín de viceras y gritos, había colocado bocinas a un alto volumen, nos pusimos las batas, entramos a la sala, con sólo oír los pasos todos dentro sabían que había llegado el momento, empezamos la masacre era genial, los gritos el temor nos daba la adrenalina para hacerlo, los de azul irrumpieron y miraron con miedo y asco todo lo que hacíamos, no prestamos atención a las miradas nosotros eramos los artistas esta noche, íbamos a brillar en un tono carmesí. Motosierras, pistolas, cuchillos todo lo usamos todo quedo rojo.
Lastima, las balas impactaron nuestros cuerpos, vi a David caer con seis balas en el cuerpo cayó con una sonrisa tan infantil que sentí un amor curioso, era como ver a un amigo despidiéndose para siempre.
Recibí la mitad de balas que recibió David. Hoy estoy en una celda esperando al guardia para que me lleve a mi ultimo suspiro, dejo esta nota como el último recuerdo de tan majestuoso momento, el acto más artístico de mi vida, el carmesí de mi vida.
Bueno espero que hayas disfrutado esta historia, para finalizar con esta entrada te dejo la canción recomendada en esta ocasión tenemos: Duality por Slipknot una de las bandas que más escucho.
Sin hacer esto más largo me despido y espero que tengas una gran semana, nos vemos el viernes con la reseña semanal, está ocasión nos toca libro de amor, nos vemos el viernes, Saludos :D
No olvides estar pendiente de la nueva sección Te ayudo con...
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